Un implante dental es un pequeño tornillo de titanio que actúa como sustituto de la raíz de un diente perdido. Se coloca quirúrgicamente en el hueso de la mandíbula y sirve como base para coronas, puentes o prótesis.
El titanio es un material biocompatible, lo que significa que no es rechazado por el cuerpo y permite la osteointegración, es decir, la unión del implante con el hueso. Esta unión es clave para que el implante funcione como un diente natural.
Preservación del hueso mandibular: evita su reabsorción tras la pérdida dental.
Mejora estética y funcional: permite recuperar la sonrisa y masticación con total naturalidad.
Estabilidad y durabilidad: los implantes bien cuidados pueden durar muchos años.
Bienestar general: mejora la autoestima, la expresión facial y la calidad de vida.
Generalmente, sí, si estás sano y has perdido dientes.
Factores que pueden afectar el éxito:
Diabetes no controlada
Enfermedad de encías
Radioterapia en mandíbula
Tabaquismo o alcohol en exceso
Mala higiene oral
En la primera cita haremos una evaluación completa y personalizada.
El hueso necesita la estimulación que ejercen las raíces dentales al masticar. Al perder un diente, esa estimulación desaparece y el hueso comienza a reabsorberse, disminuyendo su volumen con el tiempo. Esto afecta tanto a la funcionalidad como a la estética facial.
Sí. Colocar un implante a tiempo o realizar un injerto óseo en el momento de la extracción ayuda a preservar el volumen necesario para futuras rehabilitaciones. Además, los implantes ayudan a mantener la forma y densidad del hueso a largo plazo.
La colocación del implante es una intervención quirúrgica precisa y segura. Nuestro equipo de expertos realizará:
Estudio personalizado y planificación digital en 3D
Colocación del implante en el hueso mandibular
Período de osteointegración (de 2 a 6 meses)
Colocación de la prótesis definitiva (corona, puente o dentadura)
Durante el proceso, te acompañaremos en cada paso para asegurarnos de que te sientas cómodo y seguro.
🔹 Implante unitario: para sustituir un solo diente.
🔹 Puentes sobre implantes: para reemplazar varios dientes consecutivos.
🔹 Prótesis removibles sobre implantes: para quienes han perdido todos los dientes (mínimo 2 a 6 implantes inferiores, o 4 superiores).
Nuestro equipo valorará cuál es la mejor opción para ti según tu caso específico.
Aunque se parecen y funcionan de forma similar, hay algunas diferencias clave:
Los implantes se integran directamente al hueso, sin ligamento periodontal.
No sufren caries, pero requieren buena higiene para evitar infecciones como la periimplantitis.
No necesitan endodoncias, pero sí revisiones regulares para asegurar su buen estado.
Sí. Aunque son duraderos y reemplazables por el dentista si se dañan, necesitan cuidados.
Cepilla y usa hilo dental a diario
Asiste a controles periódicos
Se usan instrumentos especiales para su limpieza
El dentista revisará que el implante y la unión ósea estén en buen estado
Dientes torcidos, apiñados o que sobresalen
Problemas al masticar
Dolores o desgaste dental por mala mordida
Dificultad para mantener una buena higiene oral
Se llama maloclusión y puede incluir:
Mordida cruzada
Mordida abierta
Resalte dental
Estas afectan la masticación y pueden generar dolor o desgaste.
Según el caso, se puede usar:
Brackets
Aparatos removibles
Retenedores
Cirugía oral (en casos más complejos)
Un dentista general o un ortodoncista especializado evaluará tu caso y propondrá el mejor tratamiento.
Varía según la edad y el problema. En general, el tratamiento dura entre 1 y 3 años, con visitas periódicas.
Son el tratamiento más común en ortodoncia. Se colocan soportes (brackets) en cada diente y se conectan con alambres fijados por ligas o gomas.
El dentista u ortodoncista pega los brackets con un adhesivo especial. Puede haber molestias al inicio, pero desaparecen con el tiempo. Para aliviar el roce, se puede usar cera especial. Después de los ajustes, se recomiendan alimentos blandos.
Cepillado e hilo dental: son fundamentales para evitar manchas o caries. Hay que limpiar bien entre los brackets y alrededor de cada diente.
Evitar: hielo, nueces, caramelos, chicle, lápices o bolígrafos. Pueden dañar el aparato.
Si un alambre se suelta o molesta, se puede ajustar cuidadosamente en casa o consultar al especialista.
Metálicos tradicionales
Cerámicos (color diente)
Transparentes
Con ligas de colores (para niños y adolescentes)
Corrigen posiciones dentales simples o preparan para el uso de brackets. Pueden usarse antes, durante o después del tratamiento con brackets.
Se usan al final del tratamiento para mantener los dientes en su nueva posición. Pueden ser:
Fijos (pegados detrás de los dientes)
Removibles (como una férula)
El tiempo de uso varía según el caso.
La endodoncia trata el interior del diente, especialmente cuando hay infección o daño en el nervio. Se realiza una limpieza profunda del canal y se sella con un material especial para salvar el diente.
Puede ser necesaria cuando hay:
Caries profundas
Dolor persistente o sensibilidad
Traumatismos dentales
Si el tratamiento anterior falla, se puede realizar una reendodoncia o una cirugía apical para conservar el diente.
Aunque muchas veces el diente se recupera por completo, puede requerir controles o cuidados especiales. Ante dolor, inflamación o fracturas, es importante consultar de inmediato.
Puede ser necesaria la extracción de dientes si existe apiñamiento o si un diente es muy fuera
de posición. Puede ser necesaria cirugía mandibular (o cirugía ortognática) cuando existen
grandes diferencias en el tamaño o la posición de los maxilares superior e inferior. Si su
ortodoncista cree que va a necesitar cirugía mandibular, le referirá a un cirujano maxilofacial